- 07-01-2013
- General
La importancia de un buen vibrado de hormigón en una obra
El hormigón es un material muy delicado que, para que cumpla su función apropiadamente, tiene que usarse con extremo cuidado. Entre los procedimientos que se llevan a cabo con él destaca el vibrado de hormigón.
Es de gran relevancia para levantar la construcción y para que se mantenga en perfecto estado durante mucho tiempo. Así, a continuación abordaremos la vibración del hormigón y todo lo que conlleva.
¿Qué es el vibrado del hormigón?
El vibrado de hormigón se trata de un proceso de construcción cuya finalidad es quitar el aire o vacíos que pueda haber en la mezcla de cemento, para incrementar la compactación de la misma y evitar la aparición de deformaciones.
Para ello, el vibrado se puede realizar de dos maneras: externa e interna.
Vibrado interno de hormigón
Se hace con un vibrador de flecha flexible (también conocido “de chicote”), o vibrador mecánico, que se mete en la mezcla y lo vibra desde el interior.
Se recomienda introducirlo con rapidez en el hormigón y sacarlo poco a poco, para reducir la probabilidad de que haya huecos.
Vibrado externo de hormigón
Puede llevarse a cabo por mesas vibratorias, cimbras o vibradores de superficie, que funcionan de modo neumático o eléctrico.
¿Para qué sirve el vibrado de hormigón?
El proceso de vibrado de hormigón es fundamental para que la estructura cuente con la compactación requerida y obtener un resultado sin imperfecciones, además de durabilidad y resistencia.
Esto se consigue gracias a que el vibrado de las partículas del cemento causan que se junten y el agua excedente suba a la superficie hasta flotar.
De este modo, todo se compacta y los huecos entre partículas se reducen al mínimo, logrando que el hormigón gane homogeneidad y densidad asegurando su efectividad.
Para realizar este vibrado, se utilizan unos aparatos llamados vibradores de hormigón, que cuentan con una aguja tubular vibratoria o cabezal que se acciona a través de un motor de gasolina, eléctrico o aire comprimido.
¿Qué es el hormigón compactado?
El hormigón compactado es producto de un procedimiento que densifica la masa, reduciendo al mínimo la cantidad de huecos vacíos, que se originan en el aire atrapado o la evaporación de parte del agua de amasado.
De hecho, el exceso de aire y agua es lo que se intenta eliminar al compactarse el hormigón. Dicha compactación puede originarse del sistema de vibrado (también existen el sistema de apisonado y el de picado).
¿Cómo elegir el mejor vibrador de hormigón?
La aguja vibradora de esta herramienta cuenta con las siguientes características:
- Velocidad de 3.000 a 20.000 vibraciones por minuto.
- Impermeable.
- Forma cilíndrica para penetrar fácilmente en el hormigón.
Generalmente, los modelos cuyo diámetro va de 25 a 60 mm están diseñados para vibrar a un máximo de 20.000 vpm en una cantidad de hormigón menor a 10 m³.
Además, los modelos con un diámetro de entre 60 y 100 mm están ideados para proyectos con hormigón de más de 10 m³ y velocidad de 10.000 vpm.
El vibrador del hormigón es vital para que el vibrado salga bien, así que es indispensable conocer todos estos detalles. Además, el tipo de vibrador dependerá de la fuente de energía existente y la cantidad de hormigón.
Tipos de vibradores para hormigón
Hay dos tipos de vibradores internos de hormigón: de alta frecuencia y de eje flexible.
Vibradores de hormigón de alta frecuencia
Se componen de un convertidor de frecuencia y una aguja con un motor en su interior, conectado a este convertidor.
Trabajan a 180/200 Hz y 42 V, que permiten logar altas potencias vibratorias con equipos fiables y pequeños.
Vibradores de hormigón de eje flexible
Se trata de vibradores que cuentan con un motor conectado a una varilla flexible que transmite el movimiento a la aguja del vibrador, que transmite el movimiento al hormigón.
Se pueden encontrar en distintos modelos, dependiendo del tipo de transmisión (péndulo o excéntrica) o el tipo de motor (eléctrico o de gasolina).
Conclusiones
Visto lo visto, la vibración del hormigón es bastante simple y fundamental. Pero hay que recordar que su tiempo de vibrado es básico para conseguir la compactibilidad de los elementos de la mezcla de hormigón y también varía según otros aspectos como el contenido del cemento, la calidad de los áridos, la frecuencia de la vibración, etc.
Asimismo, hay que tener en cuenta que aumentar la frecuencia con la que se vibre disminuirá el tiempo del vibrado. Por contra, una vibración muy enérgica puede ser contraproducente.
Por supuesto, una de las consecuencias de hacer un mal vibrado del hormigón es la formación de fisuras o grietas en la construcción, además que el hormigón no tendrá resistencia mecánica suficiente, lo que repercute en su durabilidad (que se ve reducida), así como a metales circundantes (que se desgastan rápidamente).
En resumen, el vibrado de hormigón es imprescindible, puesto que se trata de un material delicado que necesita implementarse con determinados cuidados para que pueda cumplir su función, no solo al poco tiempo de la construcción, sino también para que continúe cumpliendo su cometido pasado mucho tiempo.
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